«¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?»

EVANGELIO DE HOY Marcos (3,1-6):

En aquel tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga, y había allí un hombre con parálisis en un brazo. Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo.

Jesús le dijo al que tenía la parálisis: «Levántate y ponte ahí en medio.»

Y a ellos les preguntó: «¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?»

Se quedaron callados. Echando en torno una mirada de ira, y dolido de su obstinación, le dijo al hombre: «Extiende el brazo.» Lo extendió y quedó restablecido. En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él.

PARA VIVIR LA PALABRA:

A medida que Jesús va desvelando el misterio de su propia identidad, con palabras y con hechos, y el pueblo lo cree y lo sigue, las autoridades religiosas, por el contrario, van oponiéndose con mayor obstinación y lo rechazan con mayor violencia. De donde la abeja saca miel, el áspid saca veneno, decía el poeta. Pero Jesús no se echa atrás. Irá siguiendo la voluntad del Padre en todo momento. Y mira a unos y a otros, al pueblo como a sus autoridades, que, en definitiva lo representan a Él mismo, como a hijos de Dios, como a su pueblo elegido. Y los ama hasta llorar por ellos y por la suerte que se están labrando (Lc 19,41-44).

Marcos nos describe los primeros cinco conflictos de Jesús con los fariseos: En Mc 2,1-12 en torno al perdón de los pecados; Mac 2,13-17, comer con los pecadores; Mc 2,18 ss, acerca del ayuno; las espigas arrancadas en sábado (Mc 2,13-28); la curación en día de sábado (Mc 3,1-6).

En el pasaje presente Jesús les presenta un reto abiertamente ante todos los asistentes a la sinagoga.
Y, tras haberles esclarecido el verdadero sentido humano del sábado y haberles aclarado que “el Hijo del hombre es también el Señor del sábado” Mc.2,27-28, ahora se lo repetirá con los hechos. Dice al paralítico: «Levántate y ponte ahí en medio.» Toda la sinagoga contiene el aliento. Y a los Maestro de la Ley les pregunta: «¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?»

Pero ellos quedan mudos. No se atreven a pronunciarse ante el pueblo. ”Echando en torno una mirada de ira, y dolido de su obstinación, dice al hombre: «Extiende el brazo.» Lo extendió y quedó restablecido.” Es la primera vez que Marcos nos muestra los sentimientos de Jesús frente a sus opositores: ira y dolor. Ira porque se empecinan más y más, cegados por su orgullo y egoísmo, incluso ante los milagros. Dolido, porque los ama hasta estar dispuesto a derramar su sangre, también por ellos. ”Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos ha visitará el Sol que nace de lo alto”, anunciaba Zacarías Lc 1,78, y se cumple plenamente en Jesús día a día.

Que tengas un buen día lleno de misericordia.