«Se quedaban asombrados de su doctrina…»

EVANGELIO DE HOY Lucas (4,31-37):

En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente. Se quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad.

Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo, y se puso a gritar a voces: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.» Jesús le intimó: «¡Cierra la boca y sal!»

El demonio tiró al hombre por tierra en medio de la gente, pero salió sin hacerle daño. Todos comentaban estupefactos: «¿Qué tiene su palabra? Da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen.» Noticias de él iban llegando a todos los lugares de la comarca.

PARA VIVIR LA PALABRA:

Desde sus primeras apariciones marca una clara diferencia frente a los Maestros del Pueblo a quienes los judíos estaban acostumbrados: “se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.” Jesús enseña su propia sabiduría que procede de Él mismo: “Habéis oído que se dijo…. pues yo os digo…” (Mt. 5,20-48) . Tiene igualmente una autoridad sobrecogedora sobre los espíritus inmundos, que intentan interrumpir su plan de ir manifestándose gradualmente, controlando totalmente sus tiempos. Y cuando el demonio intenta darlo a conocer: “Sé quién eres: el Santo de Dios», Jesús lo increpa enérgicamente: «Cállate y sal de él.».
Comenta Baudoin de Ford, obispo: “¿Qué es esto? Una doctrina nueva, llena de autoridad.» (Lc 4,36) “La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo.” (Hb 4,12)… Actúa en la creación del mundo, en la evolución del mundo y en la redención. ¿Qué hay de más eficaz y más fuerte? “Quién puede contar las hazañas del Señor, y proclamar todas sus alabanzas?” (Sal 105,2).

La eficacia de la Palabra se manifiesta en sus obras; también se manifiesta en la predicación. No retorna a Dios sin haber producido su efecto sino que aprovecha a todos a los que es enviada.(Is 55,11) Es “viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo” (Hb 4,12) cuando es recibida con fe y amor. ¿Qué hay de imposible para aquel que cree, qué hay de difícil al que ama? Cuando la Palabra de Dios resuena, traspasa el corazón del creyente, como una flecha aguda de guerrero. (cf Sal 119,4) Entra en el corazón como un dardo y se instala en lo profundo de su intimidad. Sí, esta Palabra es más tajante que una espada de doble filo porque es más incisiva que cualquier otra fuerza o poder, más sutil que todas las agudezas humanas, más eficaz que la penetración de toda la sabiduría humana.”

Jesús, se revela a sí mismo, en forma gradual, a través de sus signos, ya anunciados por los profetas, propios del Mesías. E irá mostrando su poder sobre toda enfermedad y dolencia; sobre la muerte Mt 9,23-26); sobre los demonios (Mt 8, 29) con él destruirá el imperio de Satán (Mt 8,22-29). Poder sobre el pecado (Mt 9, 1-8),“Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.». Y concluye el pasaje dejando entrever sus consecuencias: “Noticias de él iban llegando a todos los lugares de la comarca.”

Que tengas un buen día a la luz de la Palabra.