«Fijaos en la higuera o en cualquier árbol»

  • EVANGELIO DE HOY Lucas (21,29-33):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos una parábola: «Fijaos en la higuera y en todos los demás árboles: cuando veis que ya echan brotes, conocéis por vosotros mismos que ya está llegando el verano.

Igualmente vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.

En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán».

PARA VIVIR LA PALABRA:

El evangelio de hoy nos trae las recomendaciones finales del Discurso Apocalíptico. Jesús insiste en dos puntos: en la atención que hay que dar a los signos de los tiempos (Lc 21,29-31) y en la esperanza, fundada en la firmeza de la palabra de Jesús, que expulsa el miedo y la desesperanza (Lc 21,32-33).

Lucas 21,29-31: Mirad la higuera y todos los árboles. Jesús manda mirar la naturaleza: «Mirad la higuera y todos los demás árboles. Cuando veis que echan brotes, sabéis que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que el Reino de Dios está cerca”.

Para nosotros, Jesús está en medio de nosotros (Mt 28,20). Él ya está de nuestro lado en la lucha por la justicia, por la paz, por la vida. Pero la plenitud no ha llegado todavía. Por esto, esperamos con firme esperanza la liberación total de la humanidad y de la naturaleza (Rom 8,22-25). Mientras, hemos de contemplar cada acontecimiento, con los ojos de Dios, dueño de la Historia.

El Papa Francisco hacía una reflexión muy oportuna sobre este discurso apocalíptico de Jesús:

“Al final, Jesús hace una promesa que es garantía de victoria: «con su perseverancia salvarán sus almas».

¡Cuánta esperanza en estas palabras! Son un llamamiento a la esperanza y a la paciencia, a saber esperar los frutos seguros de la salvación, confiando en el sentido profundo de la vida y de la historia: las pruebas y las dificultades forman parte de un designio más grande; el Señor, dueño de la historia, lleva todo a su cumplimiento. ¡A pesar de los desórdenes y de los desastres que turban al mundo, el designio de bondad y de misericordia de Dios se cumplirá!

Y esta es nuestra esperanza. Ir así, por este camino, en el designio de Dios que se cumplirá. Es nuestra esperanza.

Este mensaje de Jesús nos hace reflexionar sobre nuestro presente y nos da la fuerza para afrontarlo con coraje y esperanza, en compañía de la Virgen, que camina siempre con nosotros. (S.S. Francisco, 17 de noviembre de 2013).

Vivamos cada día el “Día grande del Señor.” Porque cada día que vivimos con Él será un día grande también para nosotros.

Que tengas un buen día lleno de coraje y de esperanza.